Luego de casi tres décadas de entrega y compromiso, Maria Amanda Alzate Gutiérrez, quien se desempeñaba como secretaria en la oficina de informática, dejó la Institución, el pasado 31 de octubre.
Amanda vivió distintos procesos, vio nacer nuevos proyectos, conoció a grandes amigos y presenció de forma directa cómo cambiaba esta Institución a lo largo del tiempo.
Con la voz de la experiencia, y también con gran cariño dedicó unas palabras a sus ahora excompañeros de trabajo. Aseguró que los va a extrañar mucho por la calidad humana y en especial a su jefe, John Jairo Pizarro, de quien dijo “es excelente”. “Sigan adelante con todas las actividades y la misión de la Institución que actualmente está en un muy buen momento”.
De la Institución se lleva grandes enseñanzas. “Aprendí a ser más tolerante porque siempre he sido como malgeniada, aprendí que las personas están por encima de todo, añadió”.
“La anécdota más grande es haber encontrado el amor en el Pascual. Acá encontré el padre de mi hijo Mauricio y ese es el regalo más lindo”, puntualizó.
|